Una vez estrenado nuestro proyecto “La noche de tus sueños”, teníamos ganas de contaros el proceso de nuestra primera aventura escenográfica. Así que hoy cedemos la palabra a los diseñadores del decorado, Pedro Gutiérrez y Charo Rojas, para contaros todos los secretos de este maravilloso proyecto.
La inspiración inicial era recrear el ambiente y las sensaciones de las ilustraciones de los clásicos de Disney “de toda la vida”, como “101 Dálmatas” o “Los Aristogatos”.

El gran reto era diseñar una escenografía que nos permitiera adaptarnos a los distintos tamaños de escenarios en los que pudiéramos representar y que fuera ligero, de fácil transporte y manipulación y, a la vez, versátil y resistente. ¿Parece fácil, verdad? Además, inicialmente no contábamos con espacio de almacenaje, ni con el lugar para construir los decorados, ni teníamos herramientas de trabajo…
Empezó entonces un proceso de estudio e investigación que nos condujo al fabuloso mundo del cartón nido de abeja. Para los que no conozcáis el material, se trata de unos paneles de cartón con distintos grosores que en su interior tienen una malla en forma de nido de abeja que le proporciona consistencia y rigidez.

Por otra parte, empezamos a imaginar las dos escenas en las que transcurre “La noche de tus sueños” y, para darle más emoción, nos propusimos que los paneles pudieran aprovecharse por los dos lados, rentabilizando al máximo la inversión en cartón.

Dos decorados al precio de uno, la mitad de paneles a almacenar y sobre todo, el reto de que con un giro y algún que otro desplazamiento, pasáramos de la escena exterior del restaurante a la escena interior del bar de Emma, y que los movimientos en escena de los actores siguieran funcionando a la perfección. Os diremos, que a pesar de las dificultades que conlleva nuestro 2×1, le hemos cogido el punto y no descartamos que en próximos proyectos intentemos el 3×1, el 4×1…¡y más!

Con el material elegido, la idea desarrollada, y un equipazo de colaboradores armados con una regla ,un cutter y poco más, nos pusimos manos a la obra.

Cortamos y doblamos mucho cartón, muchos de nosotros sin saber si era para una moldura, una puerta o una ventana, pero poco a poco, por arte de magia y de mucho trabajo, surgió ante nuestros ojos el bar que Emma siempre habría soñado. ¡Bienvenidos a Emma’s!